Siempre que vamos de visita a una bodega, mas o menos ya tenemos una idea de la estructura de producción, sus productos, y obviamente, como comunicadores del vino, debemos estar informados. Íbamos a Flichman con información pero también con cierto prejuicio.
Ese miércoles teníamos toda la mañana para la visita ya que por la noche teníamos una fiesta; la inversión fue muy buena, por algo la visita a Flichman tenía que ser ese día. Nos acompaño nuestro amigo Luis Mantegini, que ya a esta altura es un miembro mas de ASESORES EN VINOS.
A nuestra llegada nos recibe Mariana Pronce. Belleza, cordialidad, una sonrisa para la bienvenida. Y nos preguntábamos, ¿sera como en Buenos Aires?
Recorrimos toda la bodega y más, lo que le preguntamos a Mariana lo sabia. Hasta nos condujo por los túneles debajo de la bodega que llevan a las cavas. Mucha paciencia. Vimos todas las botellas que queríamos ver con Caballero de la Cepa de tantísimos años atrás. Muchísimas fotos.
Nos toco un día espectacular y maridaba justo con el entorno y la visita. Y a esa altura nos decíamos, ¿porque tanta diferencia?
Finca Flichman es una bodega de las mas antiguas de Mendoza, sus vinos son reconocidos mundialmente. Hoy pertenece al grupo portugués Sogrape, que la restauro y le incorporó la mayor tecnología de vinificación. Las uvas provienen de sus 310 ha plantadas de Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot y Chardonnay. Las viñas se extienden en Barrancas, Maipu y en Tupungato.
Se nota la intención de identificar las necesidades del consumidor y abastecer de productos y servicios satisfaciendo esas necesidades o tal vez superando las expectativas, manteniendo la calidad y su imagen.
La visita ya era diferente y lo fué, luego del recorrido total, pasamos a la sala de cata. Una mesa espectacular, varios vinos con sus respectivos servicios listos, vinos ya decantados, temperaturas de servicio correctas, y con una vista envidiable.
Cuatro copas cada uno, cuatro excelentes vinos. Los tres Asesores y el Sommelier amigo, estábamos asombrados de esta recepción. No es común que nos atiendan así. La vista de la sala da a un parque hermoso que invita a seguir tomando. Nos sentíamos muy a gusto.
¿Habíamos visto todo de Flichman en Buenos Aires? No, realmente no.
A los vinos, nuestra guia Mariana nos invitó con unas delicatessen para maridar. A esta altura era demasiado.
Catamos cuatro de los mejores vinos de Flichman, de hecho muy buenos. Cuando vamos a las ferias en Buenos Aires los stands de Flichman tienen Caballero de la Cepa y simplemente caras bonitas. Acá en en Mendoza la historia fue diferente.
Agradecemos a Finca Flichman, Mariana Pronce por su profesionalismo y por toda la atención para con el equipo de ASESORES EN VINOS, también a Maria Hom, y todas las diferencias que hicieron para que este equipo se sintiera muy bien y cambiara su opinión sobre Flichman.
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