La Viticultura de Precisión es una filosofía en el manejo del viñedo, en el cual cada lote, e inclusive cada planta, son tratados en forma individual y manual, utilizando la última tecnología disponible para maximizar la calidad.
Poda de invierno
No se le suele dar suficiente relevancia. Sin embargo, es una de las actividades más importantes del manejo del viñedo. Esta tarea establece el escenario del futuro vigor, rendimiento y distribución de la fruta en cada planta. El Director de Viñedos debe primero decidir cuántos brotes se dejarán, lo cual depende del vigor del año anterior de la planta. El nivel de vigor se establece pesando el material podado de una planta muestra de cada lote. En términos generales, en el Sistema Guyot Doble, cuando el material podado supera el kilo, se dejan 16 brotes, 8 por rama. Si se dejan menos brotes, la planta desarrollará un excesivo vigor durante la estación de crecimiento. Cuando el peso del material podado es inferior a 1 kg, solo se dejan 14 brotes o yemas, siete por rama.
Otra importante decisión en la poda es la selección de sarmientos. El sarmiento seleccionado, que servirá de cargador para el próximo año, debe poseer el vigor adecuado. El diámetro no deberá exceder el de un lápiz negro. Debe haber también un buen espaciamiento entre las yemas para evitar la congestión de brotes y racimos. El sarmiento/rama debe estar lo más cercano posible al tronco a fin de asegurarse que los demás sarmientos vecinos no se superpongan entre sí. Una vez hecha la selección, y habiendo podado las ramas que no sirven, se ata el sarmiento seleccionado al primer alambre en forma bien horizontal, para asegurar un crecimiento parejo de los brotes. Si algunas yemas quedasen más altas que otras, la más alta brotará, pero las otras no, lo cual daría origen a una planta totalmente desbalanceada.
Riego de invierno y primavera
El clima desértico de no sólo hace que el riego sea una necesidad, sino también una importante herramienta para maximizar la calidad. El régimen de riego comienza en agosto cuando se riega ampliamente para rellenar el nivel de agua del suelo y asegurar un buen comienzo del ciclo vegetativo. Se busca alcanzar un nivel de agua de 2000 m3 por hectárea, que equivale a si el suelo hubiese recibido alrededor de 200 ml de lluvias. Se cavan pequeños pozos observacionales en partes estratégicas del viñedo para poder medir el contenido de agua del suelo. Durante la primavera, se riega tratando de mantener este nivel de agua.
Raleos
Una vez finalizado el peligro de heladas tardías, que se suele dar alrededor del mes de noviembre, comienza el proceso de raleo. Los agrónomos caminan el viñedo, planta por planta, removiendo los brotes indeseados. El objetivo es dejar un solo brote por yema. Esta tarea manual asegura que la energía de la planta se canalice adecuadamente hacia el crecimiento de los brotes deseados, estableciendo una adecuada canopia, con una distribución balanceada de la fruta y creando un microclima aireado sin congestionamientos. El proceso de raleo se repite durante el año, una vez al mes, para obtener una canopia balanceada.
Riego de verano
Durante los meses de verano el régimen de riego se aplica en base a varios aspectos de la Viticultura de Precisión. Tal vez la técnica más importante sea la observación visual de la planta por parte del Director de Viñedos mientras recorre la finca. Su objetivo es mantener un intenso color verde en las hojas, que indica una intensa actividad fotosintética de la planta. Otro detalle importante que se puede observar visualmente es el ángulo entre el tallo y la hoja. Si el ángulo es muy pequeño y la hoja cuelga, el Director de Viñedos decidirá regar. El posicionamiento de la punta de la hoja también debe considerarse. Si la primera hoja se encuentra por encima de la punta del brote, en este caso la planta no está trabajando adecuadamente y necesita recibir agua.
Además de estas observaciones visuales, la Viticultura de Precisión también emplea la última tecnología disponible para la medición del agua, en miras a efectuar correctas decisiones de riego. Para ello se utiliza una maquinaria especial que mide el nivel de agua en las hojas, ejerciendo presión a través de una caja herméticamente sellada, con lo que se puede medir el contenido de agua de cada planta. Luego, lectura de esta medición se compara con la lectura de fotos aéreas que marcan con distintos colores las diferentes temperaturas de las hojas , contribuyendo así a una correcta decisión de riego, en función de la temperatura que presenten las hojas.
Raleo de hojas
Este proceso tiene como objetivo resolver posibles problemas potenciales de aireación que aparezcan durante el año. Se busca crear una especie de tunel en la canopia, entre los racimos, donde circule bien el aire. Se remueven entonces aquellas hojas internas que interfieran con la ventilación, cuidando que los racimos no queden demasiado expuestos al sol, y puede llegar a quemar la fruta. En casos excepcionales, donde se necesite una mayor aireación, tal vez debido a precipitaciones inusuales, se pueden remover hojas externas para incrementar aún más el nivel de aireación. En tal caso, solo se remueven las hojas del lado este de cada fila, para que los racimos no queden expuestos al intenso sol de la tarde.
Medición del vigor de la planta
La Viticultura de Precisión emplea la última tecnología de fotografías aéreas que marcan el vigor de la planta. El objetivo de esta tarea es intensificar la homogeneidad en el viñedo, identificando y marcando aquellas plantas que se encuentren fuera de los parámetros de vigor deseados. Este dispositivo permite medir con diferentes colores el vigor de cada planta. En base a estas fotografías, los agrónomos caminan luego el viñedo marcando aquellas plantas heterogéneas que no se adecuan a los parámetros buscados. Estas plantas se cosecharán por separado, incrementando así la homogeneidad de plantas en cada lote. Una mayor homogeneidad en los niveles de madurez dentro de un lote equivaldrá a mayor calidad en la fruta del mismo.
Poda en Verde
Luego del envero, los agrónomos inician el proceso de la llamada “poda en verde”. Al caminar los viñedos, observan los racimos removiendo aquellos que no hayan cambiado en forma pareja de color. Esto permite que la planta envíe todas sus nutrientes hacia aquellos racimos que sí han completado adecuadamente el envero, para que finalicen enteramente su maduración. Esto asegura una adecuada relación entre el tamaño de la canopia y el rendimiento, incrementa la homogeneidad entre los racimos y garantiza que cada racimo y cada grano de uva pueda desarrollar al máximo sus niveles de madurez y concentración. Este proceso también apunta a descartar cualquier brote débil que no conlleve a racimos adecuadamente maduros.
Control de la maduración
A medida que se aproxima la cosecha, cada lote es observado y medido químicamente y por degustación. Se toman muestras de plantas y se realizan análisis químicos para establecer los niveles de azúcar, acidez, antocianas y polifenoles. Además de las mediciones químicas, los agrónomos prueban y degustan constantemente los granos para controlar los niveles de madurez. Se degustan cuidadosamente no sólo la pulpa, sino también el hollejo, para observar la madurez de los azúcares y taninos. También se observa el color de las pepitas, que indicará el nivel de maduración. Los agrónomos buscan sabores maduros y dulces en los granos y taninos dulces en los hollejos. El color marrón oscuro de las semillas indicará un nivel óptimo de maduración.
Cosecha manual
A fin de minimizar cualquier posible ruptura o tratamiento agresivo de los granos, lo cual podría llevar a cierta oxidación no deseada y a una importante pérdida de componentes de aroma, sabor y color, la cosecha se lleva a cabo en forma manual. Se emplean canastos de 20 kg para que los racimos no se dañen. Luego se vuelcan en bins de 250 kg que son transportados hacia la Bodega.
Conclusión
La Viticultura de Precisión es un concepto filosófico crucial en miras a obtener uvas de calidad y asegurar la obtención de un gran vino. Se presta atención extrema hasta el mínimo detalle en cada planta durante la estación de crecimiento para maximizar la calidad. Cada planta es analizada en forma individual para que pueda alcanzar su máximo potencial.
Fuente : Catena Zapata
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