Arranca otro dia de visitas. Viajamos nuevamente a Lujan ya creo que a esta altura conocemos de memoria el camino, pero hoy es diferente venimos muy bien acompañados, y no lo digo por Luis Mantegini solamente, sino por nuestra amiga Noelia Martinez Sosa.
Mates, tortitas mendocinas y muchas risas hacen que nuestro corto viaje sea super placentero y arranacamos en Septima.
Que es Septima? es una bodega argentina del grupo español Codorniu, precisamente la septima adquisicion del grupo.
Bodega Septima, esta ubicada en la fantástica provincia de Mendoza, Argentina, con sus fincas en la zona de Agrelo, al pie de la Cordillera de los Andes, propone una amplia variedad de vinos y espumosos argentinos.
Su arquitectura, el estilo de la construcción, los materiales empleados y la disposición de los espacios hacen del lugar un referente indiscutido entre las bodegas mendocinas de la última etapa de la vitivinicultura argentina. La bodega ocupa un área de 5500 m2 y cuenta con una capacidad de 3.000.000 de botellas. La construcción se inspiró en el sistema constructivo ancestral de la pirca, técnica muy utilizada por los huarpes para levantar muros, que consiste en apilar piedras naturales.
Su finca con más de 150 ha plantadas y con equilibrados niveles de producción, ofrece una amplia gama de productos para el amante del buen vino y de los exquisitos espumosos.
La propiedad se encuentra situada a 1050 msnm. Esta altitud determina una muy buena heliofanía y amplitud térmica en la finca. Ambas cualidades permiten la elaboración de vinos con una gran estructura, producto de uvas con buena acidez, pH bajo y una alta concentración de aromas y color.
Los suelos fueron originados por la descomposición y la desintegración de rocas y minerales de la cordillera de los Andes, que fueron transportados y depositados por acción de la gravedad, el deshielo, el agua y el viento. Principalmente cuentan con una textura franco-arenosa, con abundante presencia de canto rodado en profundidad. Además, si bien se trata de suelos de origen similar, su textura y estratificación es bastante heterogénea, debido a la forma en la que los materiales fueron depositados por el agua y el viento.
Agua de riego: el agua que se utiliza para irrigar nuestros viñedos es extraída por medio de tres pozos de 240 m de profundidad. Luego es presurizada y distribuida a través de un sistema de riego por goteo. La calidad del agua es excelente: 800 a 1000 micromhos/cm.
Debido a que los viñedos poseen una pendiente relativamente pronunciada, presenta un bajo riesgo de heladas tardías.
Protección antigranizo: el 100% del viñedo está protegido con mallas antigranizos.
La finca cuenta con 153 ha conducidas en espaldero alto, podadas en cordón de pitones e irrigadas mediante un sistema de riego por goteo. El objetivo actual de la empresa es producir uvas para la elaboración de vinos propios de niveles "A", "B" y "C". Actualmente, para cumplir este objetivo, se maneja el viñedo con el fin de homogenizar las parcelas lo más posible, dado que, debido a la heterogeneidad natural de los suelos, es normal que aparezcan zonas que manifiestan diferencias de vigor. Las zonas más débiles, además de atentar contra la rentabilidad, producen uvas que no maduran al mismo tiempo y afectan la calidad del vino. Las zonas demasiado vigorosas, además de requerir mayores esfuerzos de compensación como despampanadas, desbrotes, deshojes, raleos, etc., pueden producir aromas y sabores herbáceos, falta de color por exceso de sombra, uvas con pH alto y dilución de aromas, entre otros. Al homogenizar el viñedo lo más posible, se obtiene una uva sana, de calidad y con una maduración uniforme.
Para lograr este objetivo, se utilizan las técnicas de poda, raleo de brotes, fertilización sectorizada, raleo de racimos en el envero y deshoje en temporadas muy húmedas y lluviosas.
La cosecha se realiza en forma manual y comienza en el mes de febrero, con variedades destinadas a la elaboración de "vino base" como Chardonnay y Pinot Noir. Luego se cosechan las uvas blancas destinadas a "vinos tranquilos" y, por último, las uvas destinadas a la elaboración de vinos tintos. La vendimia finaliza a finales del mes de abril, cuando ingresan a la bodega las uvas adquiridas en zonas frías del Valle de Uco. La fecha y el momento de cosecha dependen del destino de la uva (la calidad del producto que se va a elaborar) y del tiempo de maduración de cada variedad. Se determina midiendo periódicamente índices de madurez de la uva muestreada a campo, como la concentración de azúcar (grado Brix), la acidez total y el pH.
Este equipo quiere agradecer toda la amabilidad de la gente de la bodega en especial a Romina Miranda, sommelier de Septima que nos guio por todo el establecimeinto y contesto cuanta pregunta le hicimos sobre los productos y su proceso. Muchas gracias