Es el segundo país en importancia para los productos mendocinos, detrás de Estados Unidos, y el que mejor precio paga. Cómo encaran las empresas la etapa post catástrofe.
Es cierto que aún no somos un proveedor de peso, pero no es menos cierto que más del 90% de lo que Mendoza le vende a Japón son productos vitivinícolas, y que representa el segundo destino más importante para el Término por el que se le conoce al zumo obtenido a partir de las uvas, y del que se elaboran el, mosto y vino a granel mendocinos después de Estados Unidos.
De esa dependencia se desprende que, sin dudas, en mayor o menor medida la catástrofe que sacudió a la tercera economía más poderosa del planeta dejará huellas en el comercio exterior mendocino, cuyo arqueo de caja anual hasta febrero de 2011 le dejó divisas por U$S 43,6 millones en ese concepto.
Lejos de las ferroaleaciones, miel y ajo, un buen indicador es el vino a granel: después de 3 años, en 2009 el mercado nipón desbancó a Rusia como principal destino con la mitad de su demanda. Y pese a una leve retracción el año pasado, consolidó su rentabilidad, con una suba de precio promedio del 18,3%.
De acuerdo a las estadísticas, si se toman los pasados 12 meses el precio relativo de los productos vitivinícolas de Mendoza (vino, mosto sulfitado y alcoholizado) en Japón creció 13,7%, hasta superar los U$S 2 por litro. De ahí una primera hipótesis del manual de economía doméstica: cuando las cosas se complican, lo primero que se recorta es el consumo y, para empezar, lo que se paga por él.
Mientras algunos exportadores consideran que la ventaja que asegura Japón también tiene su costo en exigencias (mayor calidad, llenado aséptico, etc), otros monitorean el día a día, a una semana del terremoto. Es el caso de Peñaflor, proveedor líder desde hace años.
“Estamos en contacto con nuestros representantes y atentos a la evolución de la situación. Necesitan acomodarse, por eso ni se nos ocurre todavía pensar en que las condiciones cambien. Probablemente habrá que pensar en reprogramar embarques, pero recién ha pasado una semana”, señala Luis Capelli, gerente de mostos y granel.
Un monitoreo más general es el que lleva adelante Promendoza sobre la evolución de los despachos, atento a que el mosto tiene cabida constante en la industria alimenticia nipona como endulzante, a diferencia del vino a granel.
Según el gerente, Marcos Abihaggle, “lo importante es qué ocurra con el mosto, que si bien no es de primera necesidad, tiene una alta rotación. Con el vino cabe esperar una baja en el corto plazo, pero no un efecto negativo más fuerte”.
Interrogantes sobre el mosto
Al momento del tsunami, los casi U$S 2 mil por tonelada facturadas al mercado nipón (gran demandante de mosto orgánico) demuestran que Japón compra menos que el país del Norte, pero paga más. De hecho, la brecha llegó al 20%. Aún así, casi 1/3 de lo que la vitivinicultura mendocina vendió al exterior durante 2010 fue a importadores japoneses, un dato que lo confirma como el segundo cliente en importancia.
Por eso, el gerente de la Cámara de Exportadores de Mosto, Sergio Colombo, asume como inevitables los coletazos. “Si afecta al mundo financiero, el mosto no puede ser la excepción”, reflexiona el directivo, que participará el miércoles 23 de una reunión de la entidad convocada para definir con más precisión el panorama.
Es que 2011 prometía más, habida cuenta de que la retracción del jugo de manzana chino había dibujado un horizonte optimista. Marcelo Boccardo, de Jugos Australes, el primer exportador de mosto a Japón y el segundo del rubro vitivinicola con 8 mil toneladas anuales, lo sabe pero es optimista “porque las fábricas de nuestros clientes en Tokyo y Yokohama están operativas todavía”.
¿Puede haber ajustes? “Por ahora, el yen está muy apreciado frente al dólar. Tenemos pedidos de cotización de otros lugares, pero le damos la prioridad a Japón, donde cubrimos el 25% de lo que demanda; un volumen que no sería complicado colocar afuera si eventualmente hubiera complicaciones”.
Viñas Argentinas S.A. (Grupo Cartellone) conoce bien el paño, después de una década en sociedad con el grupo japonés Marubeni Corporation, que se disolvió en 2010. Hoy Marubeni sondea el mercado argentino como importador directo.
“Siendo un año con muy buenas chances para el mosto argentino en el mundo, es un momento para estudiar detenidamente cada paso si Japón está en los planes, por más que sea un mercado selecto que asegure buenos precios”, analiza Luis Sentinelli, gerente comercial, quien recalca que “afortunadamente” la plaza nipona quedó afuera del presupuesto 2011 de Viñas, que incluye a EEUU, Rusia y Canadá (entre sus clientes están Pepsico, Constellation y Nestlé) . “No fue algo estratégico sino decisiones de negocios”, concluye.
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