Si hasta hace dos años era una variedad de uva que daba buenos vinos pero erráticos, nuevas añadas y nuevos vinos ya permiten hablar de un estilo local.
Hay al menos media docena de etiquetas que presentan un perfil similar. Qué esperar de un Pinot hoy en día.
Famoso por su raro talante, el Pinot Noir parece haber empezado a dar vinos con cierta regularidad estilística en nuestro mercado. Si hasta hace dos años hablar de Pinot Noir era una aventura generalizadora, por lo disímiles que eran los vinos incluso en una misma franja de precio, ahora parece que las bodegas le encuentran una senda estilística.
En esta nota elegimos siete Pinot Noir que permiten trazar una línea estilística: con colores apenas subidos de tono, aromas frutales y especiados bien intensos, los nuevos Pinots se distinguen por su suavidad y amabilidad de boca, en donde el roble aparece como un detalle sobre todo en las gamas de precio alto. Estas son las siete etiquetas que conviene probar para saber qué gusto tiene el varietal en Argentina.
Lassia Pinot Noir 2009 ($35). Recién lanzado al mercado, este ejemplar patagónico representa el punto en el que pivotean los nuevos Pinots: coquetean con tintos de estructura, pero en el fondo son ligeros y sueltos en el paso. Exactamente así es este de bodega Patritti, que suma el plus de la novedad, tanto de la bodega como de la marca.
Malma Finca La Papay 2010 ($35). Este tinto pasó de ser uno más de la lista a ser uno de los referentes, y sólo en dos vendimias. Su principal fortaleza está en su rara y atractiva aromática: directa y frutal, con una intensidad que deslumbra. Al paladar, si bien se presenta algo nuevo aún, manda su buena estructura, de tacto suave y largo final. NQN logra un buen vino rico, que sirve para hacerse una idea de qué puede entregar el varietal en esta franja de precio.
Saurus Pinot Noir 2009 ($35). Saurus es un vino que trazó la cancha del Pinot en este nivel de precio. Desde el vamos se propuso como un tinto liviano de estructura e intenso en sabor, y cosecha tras cosecha se afianza en ese lugar. Hoy hay varios vinos similares, pero es justo decir que Familia Schroeder alcanzó este nivel hace al menos tres vendimias. De color ligero, es arrobante y cálido al paladar, con tacto de seda.
Padrillos Pinot Noir 2009 ($43). Ernesto Cantena Vineyard apuesta por una ecuación curiosa: una etiqueta fuera de lo común –el caballo de calesita es un toque muy chic- y un vino intenso y elegante al mismo tiempo. Estilísticamente marca una bisagra entre los Pinots ligeros de los que empiezan a despuntar como tintos “más serios”. El perfume es claramente frutal y el paso, aunque delgado, llena la boca con buen sabor.
Salentein Reserve Pinot Noir 2009 ($55). Salentein empezó hace algunas vendimias a definir un camino propio para su Pinot Noir. Su nueva senda está marcada por el trabajo con la madera, que le da una aromática más compleja –la vainilla siempre agrada-, sin hacerlo voluminoso ni apabullarlo con un tablazo, como ha sucedido en otros casos. El resultado es un Pinot delicado, en el que el roble funciona como un rico telón de fondo.
Manos Negras Pinot Noir 2008 ($72). Doblemente curioso, por un lado este tinto rinde homenaje al trabajo de los enólogos que elaboran a mano, y por otro homenajea al varietal, entregando un vino marcadamente frutal, con una pizca evidente de roble, y un paladar armonioso y cálido que envuelve la boca con sutileza. Para ser la primera vendimia de este emprendimiento, le auguramos un buen futuro.
Séptima Noche Pinot Noir 2010 ($100). Elaborado en Mendoza por bodega Séptima, esta nueva añada acaba de ver la luz. En este caso, se nota el trabajo en la barrica, que le aporta al vino una nota de vainilla muy agradable. Es fragante y potente, con una textura apenas rugosa por su marcada juventud. Con dos a tres meses más de botella, llegará a ser el Pinot de perfil moderno que hoy se esconde en su linda botella. La principal virtud, hay que decirlo, está en el contraste entre timidez e intensidad con que llena la boca.
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