jueves, 4 de noviembre de 2010

DOS REALIDADES MUY DIFERENTES

Con sólo nueve meses relevados, la vitivinicultura argentina continúa en caída libre para cerrar su tercer año consecutivo con retracción en los despachos al consumo interno. En volumen, el vino pierde terreno en el mercado doméstico por cambios en las tendencias de consumo agudizadas por el aumento de precios que le está haciendo perder terreno frente a las bebidas sustitutas, explican referentes del sector.



Con una caída de cerca del 12% en septiembre en relación a igual mes de 2009, los despachos a consumo de las bodegas argentinas están promediando un 2010 para el olvido, luego de caer 3,14% en el 2009 y 4,38% en 2008. Agudización de tendencias de consumo y pérdida de competitividad por inflación, son las causas de que hasta los varietales estén perdiendo terreno.

El compromiso de posicionar al vino realmente 
como la bebida nacional
Según datos aportados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en septiembre los despachos de vinos al mercado interno alcanzaron los 876.425 hl, lo que representa un caída del 12,23% en relación a igual mes de 2009 (998.588 hl.) Si lo analizamos por tipo de productos, los vinos genéricos cayeron 16% mientras que los varietales bajaron 3,7%. Sólo los espumantes crecieron 24,14% en este mes, destaca el INV.

Afiche de la campañas de Wine of Argentina en el exterior
Lo que pasó en septiembre no es algo aislado. En los nueve meses de 2010, los despachos de vino al mercado interno acumulan una caída del 7,91% (7,02 millones de hl. en 2010 frente a los 7,63 millones de hl. de 2009), destacándose caídas del 9,75% en los genéricos y del 3,98% en los varietales.

Con esta tendencia como lastre, nadie duda que el 2010 cerrará en negativo. El gran interrogante es cuánto se caerá el mercado interno este año. Un mercado interno que sólo entre 2007 y 2009 se achicó en más de 823.000 hl.

Siendo optimistas, este año la caída rondará el 5% (unos 517.000 hl. menos que hace un año). Pero esto dependerá mucho de la variable precios, se admite desde la Unión Vitivinícola Argentina y el Fondo Vitivinícola.



COMPETITIVIDAD EN BAJA



Shangai China ante los vinos argentinos
El consumo de vinos viene cayendo en la Argentina desde hace varios años. Retrocedían los vinos de baja calidad, mientras crecía el consumo de los de media y alta gama, pero este año se está agudizando la caída alcanzando a todos los segmentos principalmente por un problema de precios, explica Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.

En los segmentos básicos es donde más competencia hay y donde se concentra también el mayor consumo. Lo que ocurrió fue que en el primer semestre del año, ante las expectativas de escasez, el despegue de los precios fue tan grande que afectó a todos los segmentos y más a los de bajo precio que son los más vulnerables frente a la competencia de las bebidas sustitutas (cerveza, amargos, etc.).

La principal causa de que el vino esté perdiendo mercado son los precios. Primero la tendencia se fue haciendo evidente en el segmento de los vinos genéricos que se alejaron en precio de lo que vale una cerveza. El primero en caer fue el vino blanco, pero el diferencial de precio se fue agudizando y ya golpea al tinto, haciendo caer también los despachos de varietales.

En cuanto se sale de escala en precios se pierde mercado. Hoy la situación aguanta porque se ha tenido muy malas cosechas (2009), pero las existencias al día de hoy alcanzan los nueve meses de blanco y cinco de tinto (a ser liberados en junio) como consecuencia de que el consumo ha bajado tanto que los stocks están volviendo a subir.

Nuestras góndolas cada vez mas llenas
Mientras que a mediano plazo el vino necesariamente tiene que replantear su estrategia comercial (diseño, packagin, oferta) y comunicacional para recuperar y crear nuevas opciones de consumo para no seguir perdiendo mercado, en el corto plazo desde el sector coinciden en que este año la tendencia a la baja se mantendrá. Mientras que para el 2011 se espera un panorama de meseta en el análisis, siempre y cuando el panorama “precios” se mantenga estable.

El año va a terminar abajo pero se irá normalizando en 2011, cuando se levante una cosecha mejor a la de este año que hará que el precio se mantenga (mayor oferta). Esto hará que el precio de los substitutos se acerque más al del vino, lo que aliviará la caída que vive el sector.

El problema es que estamos dando señales incorrectas al mercado. El Estado está cubriendo la situación (alta inflación) con créditos y subsidios para que los precios no bajen, pero el problema estructural se sigue agudizando. Hay que leer el mercado y producir lo que demanda en calidad y precio.

Esta lectura que hacemos desde nuestra humilde opinión, es ante el crecimiento tal vez impensado de las exportaciones de vinos, la titánica tarea por conquistar nuevos países para llevar nuestros vinos por todo el mundo, que vemos con muy buen agrado. Pero también gran trabajo que nos corresponde a nosotros los comunicadores del vino en el ámbito local, en llevar esta pasión que llevamos dentro, a todos los habitantes de nuestro país, para que el vino sea realmente la Bebida Nacional, como lo anunciara la presidenta próximamente.

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