miércoles, 20 de octubre de 2010

NOS DEJAMOS LLEVAR POR LA INTUICIÓN

BODEGA POSSE,
AMAICHA DEL VALLE,
TUCUMAN.



fachada de la Bodega Posse
Seguimos en nuestro viaje y ya el cansancio estaba jugándonos en contra. La altura y lo desértico del terreno hacia que desestimáramos el ultimo tramo. Pero algo en mi decía que algo muy bueno esta por venir. Continuamos hasta Amaicha del Valle a unos km de Tafi del Valle en la provincia de Tucumán.

De la ruta 40 un par de km hacia adentro con un paisaje totalmente desértico se levanta Bodegas Posse.


Vista de Bodega Posse
Un nuevo emprendimiento de Jorge Posse creyendo en el crecimiento de la vitivinicultura de los Valles, pensando en los vinos de Alta Gama y sobre todo de exportación. Nos encontramos en la bodega con la ultima tecnología francesa para la producción de vinos.


Nos recibe la Sra. Mónica Serrano de Turismo de Tucumán, y los encargados de la parte operativa que nos mostraron las instalaciones de la bodega, donde resalto la impecabilidad en que se encontraba todo teniendo en cuenta que parte todavía estaba en construcción. 

La bodega esta emplazada en el medio del desierto donde se aprecia un paisaje espectacular de las montañas y viñas. Posee una cava subterránea donde las barricas se mantiene a temperaturas y humedad controladas. Esta bodega tiene una forma tipo aerodinámica diferente que se asemeja como si se levantara una compuerta en el medio del desierto.

Se calcula hoy la capacidad para 200 litros pero se espera que llegue al millón de litros anuales.

Patriarca de Bodega Posse
Nos comentan que la amplitud térmica entre el día y la noche en la zona puede llegar hasta los 22 grados. Eso hace que se consigan uvas de gran concentración.

Otro sutil detalle para destacar fue la bienvenida a la bodega nos esperaba Soraya Gutiérrez (Titular de Ruta Gourmet Alta Argentina) con una deliciosa picada con artículos regionales de la zona. Altamente recomendable. Fue la misma Soraya y su equipo (atención de primera) las que nos preparo las exquisiteces del almuerzo.


Cuando la conjunción es perfecta solo faltaba un buen vino, y lo teníamos. Primero probamos Patriarca, un vino joven de la bodega, que en Buenos Aires va dar que hablar próximamente.


Luego para el almuerzo, decanter de por medio, degustamos el blend reserva Julio Julián, un vino con color negro intenso con reflejos violáceos, con aromas de frutas confitadas y en la segunda nariz aparecen levemente las especias sin que los aromas de barrica tapen lo mejor del terroir. En boca vimos un vino con buen cuerpo elegante, fácil de tomar, con un final medio. Seguramente estaremos en el lanzamiento en Buenos Aires.

A esa conjunción perfecta de la que hablábamos le sumamos el paisaje, Almorzar en la bodega con vistas a los Valles, con el viento característico de la zona no nos resulta molesto, sino sumamente agradable.


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