En una carta de seis páginas de extensión, la ministra de Industria, Debora Giorgi, elevó una queja formal por la decisión del vecino país de cerrar la entrada de autos argentinos a su mercado. En la misiva, Giorgi recordó que Brasil tiene restricciones históricas para que ingresen al país productos argentinos como medicamentos, cítricos, vinos y aceite de oliva entre otros.
En una carta de seis carillas, la Ministra de Industria, presentó una queja formal por las sorpresivas trabas que el Gobierno de Dilma Rouseff impuso a los autos argentinos y que generó una escalada de tensión comercial entre ambos países. En la misiva, recuerda que Brasil tiene restricciones históricas para que ingresen al país productos argentinos como medicamentos, cítricos, vinos y aceite de oliva entre otros.
En el caso del vino, la Ministra recordó que para ingresar a Brasil los productos argentinos no puede superar un precio piso de U$S8 por caja de 9 litros. Una medida que sirve como protección a la producción vitivinícola local y que es aceptada por la Argentina pese a la vigencia de los tratados comerciales del Mercosur.
La carta oficial fue en respuesta a la enviada su par del Brasil, Fernando Pimentel, quien mostraba preocupación por las trabas que impuso argentina a una serie de productos brasileños a principio de año y que pedía que se solucionen antes del fin de semana. En la misiva Giorgi descartó que esas medidas perjudiquen el ingreso de productos brasileños, y en contraposición aseguró que son los productos argentinos los que sufren "variados problemas" para acceder al mercado brasileño.
"No sólo que no hay impactos negativos sobre las exportaciones brasileñas, sino que las medidas adoptadas son el reflejo de un problema estructural que debemos resolver rápidamente", sostuvo Giorgi en el texto.
Para la ministra, "sólo una relación bilateral que genere una dinámica industrial equilibrada podrá ser sustentable. Y en esto, no se obtuvieron los resultados que Argentina esperaba".
Respuesta
Hace dos días Pimentel había expresado su preocupación por las medidas aplicadas por la Casa Rosada a las importaciones de productos del Brasil y su impacto negativo sobre las exportaciones de ese país a la Argentina.
Según Giorgi, "las medidas que ha tomado y pudiera tomar el Gobierno argentino, ya sea de defensa comercial, de monitoreo del comercio o de investigaciones aduaneras, se enmarcan en un todo en los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio y no tienen como destino a ningún país en particular y menos aún a Brasil, a quien consideramos un socio estratégico".
Además, aseguró que "los datos del comercio bilateral desmienten que se verifique un impacto negativo en las exportaciones de Brasil a la Argentina".
De acuerdo con estadísticas elaboradas por Industria, en el primer trimestre de 2011 las compras argentinas de productos brasileños han crecido un 33 % en términos anualizados, alcanzando los u$s 4.700 millones en este período, con saldo positivo a favor de Brasil de u$s 730 millones, que resultó mayor al registrado en el mismo período de 2010.
Por este motivo, Giorgi fue más allá y le recomendó a Pimentel que "corrobore si los problemas (que argumenta el sector privado del Brasil para exportar a la Argentina) son justificados: por citar sólo un ejemplo, la empresa Abicalçados nos informó hoy que el supuesto atraso de 800 mil pares de calzado no existe".
En este marco, la ministra recordó que desde 2003 "la Argentina ha venido planteando su preocupación por el persistente y creciente déficit que registra el intercambio comercial bilateral y la necesidad de adoptar medidas orientadas a atender los desequilibrios estructurales", sobre todo en las manufacturas industriales.
La funcionaria puntualizó que Argentina "es el primer comprador de productos industriales brasileños, y -a valores 2010- esto significó adquisiciones por 16.200 millones de dólares, muy lejos del segundo cliente de Brasil que es los Estados Unidos, con compras por 11.200 millones de dólares".
"Estos datos refuerzan no sólo que no hay impactos negativos sobre las exportaciones brasileñas, sino que las medidas adoptadas son el reflejo de un problema estructural que debemos resolver rápidamente", enfatizó Giorgi.
Y destacó que "los beneficios de las políticas implementadas por el Gobierno argentino son apreciados por los empresarios brasileños a la hora de invertir en la Argentina en sectores tales como autopartes, textil, calzado, material de construcción, maquinaria agrícola y automotriz, entre otros".
Por último, un gran tramo de la carta lo dedicó Giorgi para exponerle crudamente la cantidad de productos argentinos que históricamente tienen restricciones para ingresar a Brasil como los vinos, medicamentos, cítricos, leche en polvo y aceite de oliva.
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