viernes, 10 de junio de 2011

LA BIODINÁMICA, ¿MODA O FUTURO?

La biodinámica es la más extrema de las prácticas de agricultura ecológica y biológica. Además de defender todo lo natural, prohibir los compuestos químicos (hasta cierto punto, ya que admiten, ¡nadie entiende muy bien porqué!, el uso de azufre y la mezcla bordelesa, 'bouillie bordelaise', de cal, sulfato de cobre y agua para combatir el mildiu), herbicidas y fungicidas, buscar el equilibrio del ecosistema, la diversidad biológica y la recuperación de la actividad bacteriana en el suelo. Aseguran que las posiciones de los planetas, y los ciclos de la luna tienen también influencia sobre la vida de las plantas, al igual que está comprobado que lo tienen sobre las mareas, el momento de parto de las mujeres embarazadas, y otras tantas cosas más. 



Todo comenzó con unas lecciones impartidas por el científico y filósofo austríaco Rudolf Steiner (1861-1925), en el año 1924, que serían publicadas más tarde bajo el nombre de 'Agriculture', en lo que se convertiría en la 'biblia' de la biodinámica. Para Steiner, la tierra es un ser vivo, al que hay que tratar como tal. Además es muy importante la interrelación entre los minerales, las plantas, los animales y el ser humano con los ritmos y las actividades del cosmos. Hay que tener una visión y una actitud global: todo influye. Maria Thun, discípula suya, desarrolló un calendario que se publica cada año, aplicación práctica de las teorías de Steiner, por el que se guían los agricultores respecto a cuando es el mejor momento de realizar cada labor. 


Hay que darse cuenta que todas estas teorías se refieren a agricultura en general, y no específicamente a la viticultura ni a la producción de vinos. En su libro, Steiner no menciona ni una sola vez el vino, y la viña tan sólo aparece cuatro o cinco veces, como un cultivo cualquiera más. Se han ido haciendo interpretaciones de las teorías, y llegando a conclusiones como por ejemplo cual es el momento idóneo de trasegar, pero no hay ninguna norma escrita originalmente que dijera eso en concreto. Es más, Steiner tampoco se limitaba a la agricultura, sino que su ámbito es mucho más amplio: la educación, la medicina, la arquitectura, el arte o la economía son otros campos en los que desarrolló su trabajo y sus ideas. El movimiento que lo engloba todo, y del que también es fundador, es la llamada antroposofía, la ciencia espiritual. Pero, como se suele decir, eso es otra historia... 


La relación con la viña y el vino 


En cuanto a su relación con el vino, Nicolás Joly, de la Coulée de Serrant, defiende que "la biodinámica es especialmente adecuada para conseguir magníficos vinos, la biodinámica actúa con sutileza, permitiendo al vino dar una expresión de la personalidad del terreno, un terreno que a su vez refleja las fuerzas de la atmósfera y el cosmos" según explica en su libro 'Le vin du ciel à la terre' en Editions Sang de la Terre, uno de los pocos libros específicos de la aplicación de la biodinámica a la producción de vino. 


En Borgoña, una de las zonas más destrozadas mediante tratamientos químicos y mayor degeneración de los suelos, el terreno está abonado para la propagación de la biodinámica. Además, está haciendo buen efecto la ayuda de Claude Bourguignon, científico del suelo, difusor de las teorías en la zona, con impactantes frases como "la actividad microbiana en el suelo de algunas partes de la Côte d'Or es menor que en el desierto del Sahara", que arremete contra los tratamientos químicos y el uso de tractores que compactan el terreno eliminando la oxigenación y que promueve la vuelta a métodos naturales. De hecho, Anne-Claude Leflaive se "convirtió" precisamente después de escuchar una conferencia de Bourguignon, y es la que ha estado empujando e introduciendo a otros como Dominique Lafon de Comtes Lafon, o Jacques Lardière de Louis Jadot. 


Lalou Bize Leroy, dueña y señora del flamante Domaine Leroy, convertida a la biodinámica desde finales de los 80, llegó en la cosecha del 93, enormemente problemática, a perder a su enólogo, André Porcheret, quién se fue de vuelta al Hospices de Beaune, desesperado al ver que la cosecha se iba al garete y Mme. Leroy se negaba a aplicar tratamiento alguno. Se perdió casi toda la cosecha, pero dicen que de lo poco que quedó se extrajeron unos vinos excelsos... eso sí, ¡a un precio demasiado caro! 


Algunos de los métodos aplicados llaman la atención, principalmente los llamados 'preparados biodinámicos' como el llamado 'preparado 500', que consiste en enterrar un cuerno de vaca lleno de estiércol durante todo el verano. Pasado este tiempo, se desentierra, se diluye enormemente en agua, a concentraciones homeopáticas, y se aplica a la tierra en forma de 'spray'. Se proporciona de esta manera una enorme cantidad de microorganismos al terreno. Es, según dicen, "la medicina de la tierra". Hay muchos otros preparados, con cuarzo, hierbas, plantas, cenizas,... Estas prácticas suelen ser lo que más llama la atención, debido a su apariencia esotérica. 


Las explicaciones de Steiner y de Bourguignon acerca de ellas, en concreto del preparado 500, son bastante diferentes; para Steiner, según cuenta en 'Agriculture', los cuernos le sirven a la vaca para "mandar las fuerzas formativas astral-etéreas hacia su sistema digestivo". El estiércol, a su vez, al haber pasado por el organismo del animal, ha sido invadido por una actividad astral y etérea. Al enterrar el cuerno lleno de estiércol, se preservan estas fuerzas, y además se atraen los rayos astralizantes hacia su interior. El estiércol del interior atrae todas las fuerzas, y es enriquecido por estas, convirtiéndose en una algo extremadamente fertilizador , revividor y concentrado. 


Bourguignon es bastante más claro en sus explicaciones: comparando ese tratamiento biodinámico con uno simplemente orgánico, en los niveles más superiores del terreno, la actividad biológica era similar. Sin embargo, a mayor profundidad hay mucha más actividad donde se ha realizado el tratamiento biodinámico que en el orgánico. Según Bourguignon, el cuerno lleno de estiércol es extremadamente rico en vida microbiana. Además, al incrementar la actividad biológica del suelo, se incrementan también los elementos como magnesio, potasio y boro.

Fuente: Mundo Vino

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