sábado, 4 de junio de 2011

VINOS PARA EL TURISMO GAY


El segmento gay constituye el 30% del total de turistas que visita Argentina. Tiene un alto poder adquisitivo y viaja con mayor frecuencia que los heterosexuales. El vino es su bebida preferida y Mendoza el segundo destino predilecto detrás de Buenos Aires.

De los cinco millones de turistas que Argentina recibió en 2010, se estima que cerca del 30% pertenecen a la comunidad GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales). Mendoza está segunda, justo detrás de Buenos Aires, como destino "amigable" para la comunidad gay dentro de Latinoamérica.


Mendoza es atractiva por la diversidad de actividades, así como por el personal capacitado. Los paquetes relacionados al enoturismo son los más buscados. Estos datos sustentan el acuerdo firmado estos días entre la Subsecretaría de Turismo de Mendoza y la Cámara de Comercio Gay y Lésbica de Argentina, que busca potenciar el turismo gay en la provincia y convertirla en un verdadero destino "gay friendly" para este segmento de mercado (ver aparte).

Los números globales traslucen una buena oportunidad de negocios para el turismo en bodegas. Sucede que este segmento es considerado ABC1, de muy buenos ingresos. El turista gay, además, no gasta en una familia; gran parte de su dinero se invierte en ocio, diversión, placer, cultura y educación.

Además, el negocio del turismo gay se expande y existen agencias, productos y salidas exclusivas para el colectivo GLTB. Las bodegas, aún tímidas ante este segmento, ya empiezan a mirarlo como un nicho de negocios en potencia.

Bodegas: propuestas emergentes

Hablar de "turismo gay" aún genera reacciones nerviosas en algunos; lo comprobamos al consultar sectores de turismo enológico en bodegas de Mendoza, algunos de los cuales respondieron con evasivas a la preguntas. "Prefiero no participar" o "no tenemos programas", dijeron como toda respuesta. No es de extrañar que aún la palabra "gay" despierte incomodidades ya que la homosexualidad ha permanecido como tema tabú durante siglos.

Sin embargo, varios hablan libremente del tema y reconocen el potencial de este segmento de mercado. Entre las bodegas, Norton es pionera con un producto para el turismo gay. Alvaro Agüero, a cargo de la iniciativa, contó que la idea se generó a partir de la demanda de dos operadores turísticos y del Hotel Internacional, "teniendo en cuenta los perfiles dentro del público homosexual y requerimientos en cuanto a las expectativas que se pueden generar".

A los visitantes que envían estas agencias, Norton los recibe con "burbujas y tapas", una combinación de espumantes de alta gama y tapas elaboradas por su chef. Lego se recorre la bodega degustando Malbec, varietal insignia de Argentina.

"Creciendo junto al Vino" es la actividad que proponemos, comentó Álvaro. "A través de ella descubrimos la evolución del vino en tres etapas de su elaboración, catamos desde tanques de fermentación, barricas de roble, y vinos estibados en nuestra cava Elegida. Finalmente, los vinos son maridados en el Restaurante La Vid en un menú de cinco pasos", continuó.

¿Por qué este programa con recepción especial? "Porque el turista gay tiende a querer vivir nuevas experiencias, con una expectativa muy alta de disfrute en cuanto a servicios exclusivos y de alto nivel", resaltó Agüero. El turista gay es muy exigente en cuanto al nivel del servicio, algo que subrayaron también otras bodegas consultadas.

Agüero destacó que éste es un segmento de mercado con gran potencial y "turísticamente hablando casi inexplorado para el enoturismo. Nosotros estamos esperando obtener buenos resultados para 2012".

Norton comentó que este año, ‘Creciendo junto al Vino' fue incluido en el calendario de IGLTA (International Gay & Lesbian Travel Association). "Si bien no se menciona a Norton, sí se comenta de la actividad y que tiene lugar en una reconocida Bodega de Lujan de Cuyo".

Por otro lado, Gastón Re, gerente de Turismo de Trapiche, comentó que la bodega ofrece alternativas diferenciadas, a pedido de las agencias. "Este segmento muchas veces es más culto, ha viajado más por el mundo y tiene cultura del vino. En este sentido, cuando llegan grupos, tratamos de que el personal esté capacitado adecuadamente; hemos ofrecido paquetes con degustaciones privadas, con diversos vinos, y sin el recorrido típico de la bodega".

Clos de Chacras (Luján) recibe asiduamente parejas homosexuales, por recomendación de las posadas de Chacras de Coria. Federico Crowe, a cargo del área de Turismo del vino, evaluó que este segmento creció en los últimos años, en particular de público extranjero. "Recibimos parejas que eligen posadas pequeñas, más privadas, como Finca Adalgisa o Cariño Rosao que están aquí cerca".

Susana Moreyras de Turismo de Clos de los 7 (Valle de Uco) opinó que la demanda de ese público aún no es tan importante. "Si bien no tenemos un producto especial, hace poco tuvimos un casamiento gay aquí", detalló.

Como apreciación personal, opinó que este público no gasta más dinero que el heterosexual. "Al contrario; la venta siempre es superior en los brasileros, que vienen en familia. El gay es más cuidadoso con el gasto. He trabajado con agencias en los últimos cuatro años y siempre veo que es más meticuloso y más exigente a la hora de gastar".

Celina Bertoni, encargada de turismo de Bodega Renacer, destacó que la bodega no ofrece un producto especial para este segmento. Sin embargo, admitió que "una de las diferencias es que el turista gay es más sofisticado y detallista a la hora de seleccionar servicios turísticos, por lo que debemos ser más cuidadosos".
Gustos y tendencias

La Cámara de Comercio Gay y Lésbica de la Argentina (CCGLAR) realizó un estudio para conocer los gustos y tendencias de este segmento. Uno de los datos reveladores es que el vino es su bebida preferida.

Según Pablo de Luca, presidente y fundador de CCGLAR, la investigación realizada en Argentina revela que el gasto promedio por día de un turista gay es de U$S 200, mientras que el de un heterosexual, de U$S 120. A ello hay que sumar el hecho de que el turista gay pasa más tiempo viajando: 12 días frente a 7 días promedio en el heterosexual que viaja aproximadamente dos veces al año. Los homosexuales lo hacen entre 6 y 7 veces al año.

Un dato positivo además, es que gran parte de los gays que visitan bodegas vienen de Estados Unidos, Canadá, Brasil, España y Alemania, y de a poco Chile va apareciendo.

En base a esta realidad, diversas industrias y negocios ven un nicho a explorar ofreciendo alternativas particulares. "No queremos decir con esto que el público gay busque lugares distintos a los heterosexuales, sino que muchas veces, la comunicación y el marketing para el segmento gay es distinto y eso es apreciado. Por ejemplo, en base al estudio, aproximadamente el 70% de los turistas gay elige un producto - lugar si está orientado a este segmento".

Ante este panorama, hoy hay agencias dedicadas 100% a gays y hoteles "gay friendly".

Una de las agencias de Mendoza que se dedica a este segmento es Heaven & Hell. En charla con Área del Vino, sus dueñas explicaron que desde hace un par de años, Mendoza se está posicionando como una plaza atractiva para los gay y lesbianas. "Esto se debe a que hay un marco legal, de comercio y ofertas que se ha incrementado, lo que llama la atención. Este segmento está muy pendiente de internet y de las redes sociales; allí es donde buscan los destinos abiertos y receptivos para ellos".

La diferenciación que ofrece una agencia orientada a este sector apunta a la prestación del servicio. "Si bien la bodega, el restaurante o el vehículo son los mismos, lo que es diferente es la calidad en la recepción, en el trato. Hacemos énfasis en los recursos humanos de los lugares. Nuestra agencia está enfocada al servicio personalizado, que no sea masificado, donde se ofrezca un paquete perfecto para cada uno".

Del mismo modo, la agencia Festival Travel que también se orienta al sector gay dijo que "la personalización y especialización ante los servicios que ofrecen se busca porque es un segmento de mercado que requiere ciertas características en el servicio que se brinda. El turista gay es más propenso a gastar en gastronomía, ropa y busca servicios sofisticados".

Fuente: Área del Vino

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